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domingo, 2 de junio de 2013

LECTURAS HASTA EL DOMINGO IX DEL T. ORDINARIO 2 DE JUNIO


Yo no soy digno de que tú entres en mi casa. Basta con que digas una sola palabra y mi criado quedará sano.

 



ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 24, 16. 18)

Tengo los ojos puestos en el Señor, porque Él me libra de todo peligro. Mírame, Dios mío, y ten piedad de mí, que estoy solo y afligido.

ORACIÓN COLECTA

Nos acogemos, Señor, a tu providencia, que nunca se equivoca, y te pedimos humildemente que apartes de nosotros todo mal y nos concedas aquello que pueda contribuir a nuestro bien. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Cuando los extranjeros oran al Señor, Él los escucha.
 
Del primer libro de los Reyes: 8, 41-43

En el templo que había construido en Jerusalén, Salomón elevó a Dios está plegaria: "Los extranjeros oirán hablar de tu gran nombre, de la fuerza de tu mano y de tu brazo protector. Cuando uno de ellos, no israelita, atraído por la fama de tu nombre, venga de un país distante para orar, escúchalo tú desde el cielo, tu morada, y concédele todo lo que él te pida. Así te conocerán y temerán todos los pueblos de la tierra, lo mismo que tu pueblo, Israel, y sabrán que este templo que he construido, está dedicado a tu nombre". 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Del salmo 116 
 
R/. Que aclamen al Señor todos los pueblos.

Que alaben al Señor todas las naciones, que lo aclamen todos los pueblos. R/.

Porque grande es su amor hacia nosotros y su fidelidad dura por siempre. R/.


El que busca agradar a los hombres, no es servidor de Cristo.

De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 1, 1-2. 6-10


Yo, Pablo, apóstol no enviado por hombres ni por intermediarios humanos, sino por Cristo Jesús y por Dios Padre, que lo resucitó de entre los muertos, y todos los hermanos que están conmigo dirigimos esta carta a las comunidades cristianas de Galacia.

Me extraña mucho que tan fácilmente hayan abandonado ustedes a Dios Padre, quien los llamó a vivir en la gracia de Cristo y que sigan otro Evangelio. No es que exista otro Evangelio; lo que pasa es que hay algunos que los perturban a ustedes, tratando de cambiar el Evangelio de Cristo. Pero, sépanlo bien: si alguien, yo mismo o un ángel enviado del cielo, les predicara un Evangelio distinto del que les hemos predicado, que sea maldito. Se lo acabo de decir, pero se lo repito: Si alguno les predica un Evangelio distinto del que ustedes han recibido, que sea maldito.

¿A quién creen que trato de agradar con lo que acabo de decir? ¿A Dios o a los hombres? ¿Acaso es ésta la manera de congraciarse con los hombres? Si estuviera buscando agradarles a ustedes no sería servidor de Cristo. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN (Jn 3, 16) 
 

 R/. Aleluya, aleluya.

Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en Él tenga vida eterna. R/.

 
Ni en Israel he hallado una fe tan grande.

Del santo Evangelio según san Lucas: 7, 1-10


En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar a la gente, entró en Cafarnaúm. Había allí un oficial romano, que tenía enfermo y a punto de morir a un criado muy querido. Cuando le dijeron que Jesús estaba en la ciudad, le envió a algunos de los ancianos de los judíos para rogarle que viniera a curar a su criado. Ellos, al acercarse a Jesús, le rogaban encarecidamente, diciendo: "Merece que le concedas ese favor, pues quiere a nuestro pueblo y hasta nos ha construido una sinagoga". Jesús se puso en marcha con ellos.

Cuando ya estaba cerca de la casa, el oficial romano envió unos amigos a decirle: "Señor, no te molestes, porque yo no soy digno de que tú entres en mi casa; por eso ni siquiera me atreví a ir personalmente a verte. Basta con que digas una sola palabra y mi criado quedará sano. Porque yo, aunque soy un subalterno, tengo soldados bajo mis órdenes y le digo a uno: ' ¡Ve! ', y va; a otro: ¡Ven! ', y viene; y a mi criado: ¡Haz esto!', y lo hace".

Al oír esto, Jesús quedó lleno de admiración, y volviéndose hacia la gente que lo seguía, dijo: "Yo les aseguro que ni en Israel he hallado una fe tan grande". Los enviados regresaron a la casa y encontraron al criado perfectamente sano. 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús


Credo

PLEGARIA UNIVERSAL


Oremos hermanos al Padre, unidos a Jesucristo, el Señor, y pidámosle que, recordando su promesa, escuche la oración de este pueblo reunido en su nombre.

Después de cada petición diremos:

Escúchanos, Padre y aumenta nuestra fe.

Por el Papa Francisco, por los obispos, presbíteros y diáconos que predican la Palabra de Dios y de todos los que en el mundo aman a Jesucristo para que sean fieles al ministerio recibido. Oremos.

Por los responsables de las naciones, para que el Señor los asista en su misión y dé fortaleza a quienes trabajan por la paz y el bien común. Oremos.

Por los ancianos y minusválidos, los enfermos y los que sufren, por los presos y perseguidos, para que el Señor se acuerde de ellos y los ayude. Oremos.

Por los mexicanos que han elegido servir a la Patria en la Marina, para que reconozcan en Cristo un modelo de vida y servicio. Oremos.

Por nuestro planeta y la conservación del medio ambiente, que Dios bondadoso nos ha dado, para que lo sepamos cuidar y compartir. Oremos.

Por nosotros, para que el Señor, en su infinita misericordia, nos conceda tiempo favorable, el trabajo que necesitamos y los bienes que nos da su mano providente. Oremos.

Dios todopoderoso y eterno, escucha nuestras oraciones, haz que todos los hombres acojan tu Palabra y que en ella encuentren su salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Confiados en tu misericordia, Señor, venimos a tu altar con nuestros dones a fin de que te dignes purificarnos por este memorial que estamos celebrando. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 16, 6)

Yo te invoco, porque tú me respondes, Dios mío; inclina el oído y escucha mis palabras.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Padre santo, tú que nos has alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, guíanos por medio de tu Espíritu a fin de que, no sólo con palabras, sino con toda nuestra vida podamos demostrarte nuestro amor y así merezcamos entrar al Reino de los cielos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
SÁBADO, 1 DE JUNIO DE 2013

Jesús les replicó: "Pues tampoco yo les diré con qué autoridad hago todo esto".

 



ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 118, 85. 46)

Frente a tu verdad, Señor, vano es el saber de los paganos. Por eso no he tenido miedo de confesar tu Evangelio ante los poderosos.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, tú que enseñaste a san Justino que la sabiduría verdadera consiste en conocer a Jesucristo crucificado, concédenos, por la intercesión de tu santo mártir, que nada llegue a separarnos de ti ni del amor a la cruz de Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Le doy gracias al que me ha concedido sabiduría.
 
Del libro del Sirácide (Eclesiástico): 51, 17-27


Te doy gracias y te alabo, Señor, y bendeciré tu nombre para siempre. Desde mi adolescencia, antes de que pudiera pervertirme, decidí buscar abiertamente la sabiduría. En el templo se la pedí al Señor y hasta el fin de mis días la seguiré buscando. Dio su flor y maduró, como racimo de uvas, y mi corazón puso en ella su alegría.

Mi pie avanzó por el camino recto, pues desde mi juventud seguí sus huellas; tan pronto como le presté oídos, la recibí y obtuve una gran instrucción. La sabiduría me ha hecho progresar, por eso glorificaré al que me la concedió. Decidí ponerla en práctica, busqué ardorosamente el bien y no quedé defraudado. Luché por ella con toda mi alma, cumpliendo cuidadosamente la ley. Levanté mis brazos hacia el cielo y deploré conocerla tan poco. Concentré en ella mis anhelos y con un corazón puro la poseí. Desde el principio ella me conquistó, por eso jamás la abandonaré. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Del salmo 18 

R/. Los mandamientos del Señor alegran el corazón.

La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.

En los mandamientos de Dios hay rectitud y alegría para el corazón; son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/.

La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R/. 

Más deseables que el oro y las piedras preciosas, las normas del Señor, y más dulces que la miel de un panal que gotea. R/.


ACLAMACIÓN (Cfr. Col 3, 16. 17) 




R/. Aleluya, aleluya.

Que la palabra de Cristo habite en ustedes abundantemente. Háganlo todo dando gracias a Dios Padre, por medio de Cristo. R/.


¿Con qué autoridad haces todo esto?

Del santo Evangelio según san Marcos: 11, 27-33


En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron de nuevo a Jerusalén, y mientras Jesús caminaba por el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos, y le preguntaron: "¿Con qué autoridad haces todo esto? ¿Quién te ha dado autoridad para actuar así?".

Jesús les respondió: "Les voy a hacer una pregunta. Si me la contestan yo les diré con qué autoridad hago todo esto. El bautismo de Juan, ¿era cosa de Dios o de los hombres? Contéstenme".

Ellos se pusieron a razonar entre sí: "Si le decimos que de Dios, nos dirá: 'Entonces ¿por qué no le creyeron?' y, ¿si le decimos que de los hombres?". Pero, como le tenían miedo a la multitud, pues todos consideraban a Juan como verdadero profeta, le respondieron a Jesús: "No lo sabemos". Entonces Jesús les replicó: "Pues tampoco yo les diré con qué autoridad hago todo esto".

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Concédenos, Señor, celebrar dignamente este misterio de la Eucaristía, que tan valerosamente defendió el mártir san Justino. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Co 2, 2)

Cuando estuve entre ustedes, nunca me precié de otra cosa que de conocer a Jesucristo crucificado.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Tú, que nos has alimentado con el pan que da la vida, concédenos, Señor, que siguiendo las enseñanzas de san Justino, vivamos en continua acción de gracias por tus dones. Por Jesucristo, nuestro Señor.

VIERNES, 31 DE MAYO DE 2013

¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!


 (Sal 65, 16)

Ustedes, los que aman y temen a Dios, vengan y escuchen: les contaré las maravillas que el Señor ha hecho por mí.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios eterno y todopoderoso, que inspiraste a la santísima Virgen cuando llevaba ya en su seno a tu Hijo el deseo de visitar a santa Isabel, concédenos docilidad a tu Espíritu, a fin de que podamos siempre, con María, reconocer tus beneficios y alabarte por ellos. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

El Señor será el rey de Israel en medio de ti.

Del libro del profeta Sofonías: 3, 14-18


Canta, hija de Sión, da gritos de júbilo, Israel, gózate y regocíjate de todo corazón, Jerusalén.

El Señor ha levantado su sentencia contra ti, ha expulsado a todos tus enemigos. El Señor será el rey de Israel en medio de ti y ya no temerás ningún mal.

Aquel día dirán a Jerusalén: "No temas, Sión, que no desfallezcan tus manos. El Señor, tu Dios, tu poderoso salvador, está en medio de ti. Él se goza y se complace en ti; Él te ama y se llenará de júbilo por tu causa, como en los días de fiesta. Apartaré de ti la desgracia y el oprobio que pesa sobre ti". 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Isaías 12 

R/. El Señor ha hecho maravillas con nosotros.

El Señor es mi Dios y salvador, con Él estoy seguro y nada temo. El Señor es mi protección y mi fuerza y ha sido mi salvación. Sacarán agua con gozo de la fuente de salvación. R/.

Den gracias al Señor, invoquen su nombre, cuenten a los pueblos sus hazañas, proclamen que su nombre es sublime. R/.

Alaben al Señor por sus proezas, anúncienlas a toda la tierra. Griten jubilosos, habitantes de Sión, porque el Dios de Israel ha sido grande con ustedes. R/.


ACLAMACIÓN (Cfr. Lc 1, 45) 

R/. Aleluya, aleluya.

Dichosa tú, santísima Virgen María, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor. R/.


¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme?

Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 39-56


En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea y, entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su seno.

Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".

Entonces dijo María: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador porque puso sus ojos en la humildad de su esclava.

Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre, y su misericordia llega de generación en generación a los que lo temen.

Ha hecho sentir el poder de su brazo: dispersó a los de corazón altanero, destronó a los potentados y exaltó a los humildes. A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada.

Acordándose de su misericordia vino en ayuda de Israel, su siervo, como lo había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia, para siempre".

María permaneció con Isabel unos tres meses, y luego regresó a su casa. 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dios todopoderoso, que bendijiste la amorosa solicitud de María, la Madre de tu Hijo, por su prima Isabel, acepta y bendice los dones que te presentamos y conviértelos para nosotros en fuente de santificación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de Santa María Virgen.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 1, 48-49)

Todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mí maravillas el Todopoderoso, cuyo nombre es santo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN



Te damos gracias, Dios nuestro, por este admirable sacramento de tu amor que has concedido a la Iglesia y te suplicamos que, así como Juan Bautista se alegró al sentir la presencia oculta de tu Hijo, así podamos nosotros reconocer en la Eucaristía la presencia viva de nuestro Salvador, que vive y reina por los siglos de los siglos.
JUEVES, 30 DE MAYO DE 2013

Los partió y los fue dando a los discípulos para que ellos los distribuyeran entre la gente.





ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 80, 17)

Alimentó a su pueblo con lo mejor del trigo y lo sació con miel sacada de la roca.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Señor nuestro Jesucristo, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Melquisedec presentó pan y vino.

Del libro del Génesis: 14, 18-20


En aquellos días, Melquisedec, rey de Salem, presentó pan y vino, pues era sacerdote del Dios altísimo, y bendijo a Abram, diciendo: "Bendito sea Abram de parte del Dios altísimo, creador de cielos y tierra; y bendito sea el Dios altísimo, que entregó a tus enemigos en tus manos".

Y Abram le dio el diezmo de todo lo que había rescatado. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Del salmo 109 

R/. Tú eres sacerdote para siempre.

Esto ha dicho el Señor a mi Señor: "Siéntate a mi derecha; yo haré de tus contrarios el estrado donde pongas los pies". R/.

Extenderá el Señor desde Sión tu cetro poderoso y tú dominarás al enemigo. R/.

Es tuyo el señorío; el día en que naciste en los montes sagrados, te consagró el Señor antes del alba. R/.

Juró el Señor y no ha de retractarse: "Tú eres sacerdote para siempre, como Melquisedec". R/.


Cada vez que ustedes comen de este pan y beben de este cáliz, proclaman la muerte del Señor.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 11, 23-26


Hermanos: Yo recibí del Señor lo mismo que les he transmitido: Que el Señor Jesús, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan en sus manos, y pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: "Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía".

Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: "Este cáliz es la nueva alianza que se sella con mi sangre. Hagan esto en memoria mía siempre que beban de él".
Por eso, cada vez que ustedes comen de este pan y beben de este cáliz, proclaman la muerte del Señor, hasta que vuelva.

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



SECUENCIA


(Puede omitirse o puede recitarse en forma abreviada, comenzando par la estrofa: "El pan que del cielo baja ").

Al Salvador alabemos, 
que es nuestro pastor y guía.
Alabémoslo con himnos
y canciones de alegría.

Esto nuevo, siempre nuevo, 
es la luz de la verdad. 
que sustituye a lo viejo 
con reciente claridad.

Alabémoslo sin límites 
y con nuestras fuerzas todas; 
pues tan grande es el Señor, 
que nuestra alabanza es poca.

Gustosos hoy aclamamos 
a Cristo, que es nuestro pan. 
pues El es el pan de vida
que nos da vida inmortal.

Doce eran los que cenaban 
y les dio pan a los doce. 
Doce entonces lo comieron, 
y, después, todos los hombres.

Sea plena la alabanza 
y llena de alegres cantos; 
que nuestra alma se desborde 
en todo un concierto santo.

Hoy celebramos con gozo 
la gloriosa institución 
de este banquete divino, 
el banquete del Señor.

Esta es la nueva Pascua, 
Pascua del único Rey, 
que termina con la alianza 
tan pesada de la ley.

En aquella ultima cena 
Cristo hizo la maravilla
de dejar a sus amigos 
el memorial de su vida.

Enseñados por la Iglesia, 
consagramos pan y vino, 
que a los hombres nos redimen, 
y dan fuerza en el camino.

Es un dogma del cristiano 
que el pan se convierte en carne, 
y lo que antes era vino 
queda convertido en sangre.

Hay cosas que no entendemos, 
pues no alcanza la razón; 
mas si las vemos con fe, 
entraran al corazón.

Bajo símbolos diversos y 
en diferentes figuras, 
se esconden ciertas verdades 
maravillosas, profundas.

Su sangre es nuestra bebida; 
su carne, nuestro alimento; 
pero en el pan o en el vino 
Cristo esta todo completo

Quien lo come, no lo rompe, 
no lo parte ni divide; 
El es el todo y la parte;
vivo esta en quien lo recibe.

Cuando parten lo exterior,
solo parten lo que has visto;
no es una disminución
de la persona de Cristo.

Puede ser tan solo uno 
el que se acerca al altar, 
o pueden ser multitudes: 
Cristo no se acabara.

Lo comen buenos y malos, 
con provecho diferente; 
no es lo mismo tener vida 
que ser condenado a muerte.

A los malos les da muerte 
y a los buenos les da vida. 
¡Que efecto tan diferente 
tiene la misma comida!

El pan que del cielo baja 
es comida de viajeros. 
Es un pan para los hijos. 
¡No hay que tirarlo a los perros!

Isaac, el inocente, 
es figura de este pan, 
con el cordero de Pascua 
y el misterioso mana.

Ten compasión de nosotros, 
buen pastor, pan verdadero. 
Apaciéntanos y cuídanos 
y conducenos al cielo.

Si lo parten, no te apures 
solo parten lo exterior; 
en el mínimo fragmento 
entero late el Señor.

Todo lo puedes y sabes, 
pastor de ovejas, divino. 
Concedenos en el cielo 
gozar la herencia contigo. Amen.


ACLAMACIÓN (Jn 6, 51) 



R/.Aleluya, aleluya.

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor; el que coma de este pan vivirá para siempre. R/.


Comieron todos y se saciaron.

Del santo Evangelio según san Lucas: 9, 11-17


En aquel tiempo, Jesús habló del Reino de Dios a la multitud y curó a los enfermos.

Cuando caía la tarde, los doce apóstoles se acercaron a decirle: "Despide a la gente para que vayan a los pueblos y caseríos a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en un lugar solitario". Él les contestó: "Denles ustedes de comer". Pero ellos le replicaron: "No tenemos más que cinco panes y dos pescados; a no ser que vayamos nosotros mismos a comprar víveres para toda esta gente". Eran como cinco mil varones.

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: "Hagan que se sienten en grupos como de cincuenta". Así lo hicieron, y todos se sentaron. Después Jesús tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados, y levantando su mirada al cielo, pronunció sobre ellos una oración de acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos para que ellos los distribuyeran entre la gente.

Comieron todos y se saciaron, y de lo que sobró se llenaron doce canastos. 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


Credo

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, concede a tu Iglesia los dones de la unidad y de la paz, simbolizados en las ofrendas sacramentales que te presentamos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO 1 DE LA EUCARISTÍA


En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.

El cual, verdadero y eterno sacerdote, al instituir el sacramento del sacrificio perdurable, se ofreció a ti como víctima salvadora, y nos mandó que lo ofreciéramos como memorial suyo.

Cuando comemos su carne, inmolada por nosotros, quedamos fortalecidos; y cuando bebemos su sangre, derramada por nosotros, quedamos limpios de nuestros pecados.

Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 56)

El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Concédenos, Señor, disfrutar eternamente del gozo de tu divinidad que ahora pregustamos, en la comunión de tu Cuerpo y de tu Sangre. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
MIÉRCOLES, 29 DE MAYO DE 2013

Eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; eso es para quienes está reservado.





ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Si 36, 18-19)

Señor, concede la paz a los que en ti esperan; escucha las oraciones de tus hijos y guíanos por el camino de la justicia.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que cuidas de todos los hombres con amor paternal y diste a todos un origen idéntico, concédenos formar una sola familia en la que reine siempre el amor y la paz. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Que todas las naciones reconozcan que no hay otro Dios fuera de ti.

Del libro del Sirácide (Eclesiástico): 36, 1-2. 5-6. 13-19


Míranos y ten piedad de nosotros, Señor, Dios del universo; infunde tu temor a todas las naciones, para que ellas sepan, como nosotros lo sabemos, que no hay otro Dios fuera de ti.
Repite tus prodigios y haz nuevos portentos; reúne a todas las tribus de Jacob, y devuélveles la tierra que antaño poseyeron.

Ten compasión del pueblo que lleva tu nombre: de Israel, a quien elegiste por primogénito. Ten compasión de tu ciudad santa, Jerusalén, que es el lugar de tu reposo.

Llena a Sión con la fama de tus maravillas y a tu pueblo con tu gloria; cumple las promesas que hiciste a tus primeros hijos, realiza las profecías pronunciadas en tu nombre. Recompensa a los que esperan en ti, para mostrar que tus profetas son dignos de fe.

Por amor a tu pueblo escucha las súplicas de tus siervos; y que toda la tierra reconozca que tú eres el Señor, el Dios eterno.

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Del salmo 78 

R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia.

No recuerdes, Señor, contra nosotros las culpas de nuestros padres. Que tu amor venga pronto a socorrernos, porque estamos totalmente abatidos. R/.

Para que sepan quién eres, socórrenos, Dios y salvador nuestro. Para que sepan quién eres, sálvanos y perdona nuestros pecados. R/.

Que lleguen hasta ti los gemidos del cautivo; con tu brazo poderoso salva a los condenados a muerte. Y nosotros, pueblo tuyo y ovejas de tu rebaño, te daremos gracias siempre y de generación en generación te alabaremos. R/.


ACLAMACIÓN (Mc 10, 45) 


 


R/. Aleluya, aleluya.

El Hijo del hombre vino a servir y a dar su vida por la redención de todos. R/.


Ya ven que nos estamos dirigiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado.

Del santo Evangelio según san Marcos: 10, 32-45


En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos iban camino de Jerusalén y Jesús se les iba adelantando. Los discípulos estaban sorprendidos y la gente que lo seguía tenía miedo. Él se llevó aparte otra vez a los Doce y se puso a decirles lo que le iba a suceder: "Ya ven que nos estamos dirigiendo a Jerusalén y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; van a condenarlo a muerte y a entregarlo a los paganos; se van a burlar de Él, van a escupirlo, a azotarlo y a matarlo; pero al tercer día resucitará".

Entonces se acercaron a Jesús Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dijeron: "Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte". Él les dijo: "¿Qué es lo que desean?". le respondieron: "Concede que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria". Jesús les replicó: "No saben lo que piden. ¿Podrán pasar la prueba que yo voy a pasar y recibir el bautismo con que seré bautizado?". Le respondieron: "Sí podemos". Y Jesús les dijo: "Ciertamente pasarán la prueba que yo voy a pasar y recibirán el bautismo con que yo seré bautizado; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; eso es para quienes está reservado".

Cuando los otros diez apóstoles oyeron esto, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús reunió entonces a los Doce y les dijo: "Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario: el que quiera ser grande entre ustedes que sea su servidor, y el que quiera ser el primero, que sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre, que no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención. 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te ofrecemos, Señor, bajo los signos sacramentales del pan y del vino, el sacrificio de tu Hijo, rey de la paz, para que este misterio de unidad y de amor, reafirme la fraternidad entre todos tus hijos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 9)

Bienaventurados los que procuran la paz, porque serán llamados hijos de Dios.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Concédenos, Señor, el espíritu de tu amor, a fin de que, alimentados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, fomentemos entre todos los hombres la paz que Él mismo nos dejó. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Publicado por Francisco Rebollo 

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