Y un día, siguiendo la rutina,la pregunta surge.
¿quién soy,que razón tiene esta existencia?
y corro,me escondo, tanteando en oscuridades,
entre la angustia ,llanto y soledad...tambaleante.
Y no hallaba respuesta para mi existir ciego
en el desierto de los afanes, me quede perdido,
huí, caminé,corrí, frené, hasta el umbral de lo incierto
el ser se reconoció ,no era diablo,ángel ni humano.
Sentí que una mano fuerte me coge y lleva,
su corazón de fuego al mío enciende
irrigando con su sabia mis venas y arterias,
mi masa transparente, lo contempla.
Y allí turbado lo miré y me miró,
sus rayos rojo sangre,y blanco azul,
eran fuego y agua, ,martillando
sobre mi corazón de piedra,cual meteoritos,
cuando le pedía perdón por esto eso o aquel,,,
¡perdóname Señor!sus llamas eran rayos de respuesta,
mis ojos ,mi piel ,que escudriñaron buscándolo en altares,
encontraron ahora sus palabras sin voz, hablándome con fuerza
mi humanidad arrepentida y sollozante.Terca aún dudaba.
¡Señor Trino y Uno, Alfa y Omega, ¿Donde estas?
y me dejó oír: " hijo estoy aquí ,dentro de ti"
Ahora,en Santa Eucaristía,acaricia mi cuerpo etéreo...mis entrañas
el me abraza, mi ser besa sus llagas,....los ángeles cantan
su luz ilumina mis espacios... su amor se desparrama,
es trozo de pan, en cada mordisco...es sangre derramada;.
postrada me dejo arrullar...mi masa es casa reposada.
¡¡¡bendito seas mi Señor que sin merecerlo,sin medida... me amas!!!
Autora: Adela Mendo Flores
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