-->

Seguidores http://sites.google.com/site/pczeros/Home/ultimos-visitantes-pcz.xml

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

martes, 5 de septiembre de 2017

Tema:DIME SEÑOR ¿PORQUE?


Imagen relacionada


Hola @migos/as,mis hermanos del alma,un joven abogado que conozco desde siempre fue criado en la fe,aunque  conforme crecía  su corazón inquieto siempre busca y vuelve a buscar respuestas y cuando se encuentra conmigo se desborda  cuestionando las acciones u omisiones( según él) de Dios.
Ayer tarde me visitó  parecía dolorosamente estar luchando con el ateísmo, me dijo que estaba cayendo en la cuenta que Dios no existía, y que si existía no nos amaba,¿Como el que es Todo Poder y Misericordia dejaba que la gente inocente, como son todos los niños, sean asesinados por causa de la guerra, abortos, violación,trata de blancas,etc. agregó:¿Dónde está su amor?, ¿Por Qué no libra a esos pobres niños inocentes de tanta crueldad y desgracia?.
Para ir avizorando o acercando a la respuesta  podemos sintetizar estas citas: el hombre cosecha lo que siembra: todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. (Gá. 6:7). Pesa falsa y medida falsa, ambas cosas son abominación a Yahweh. (Pr. 20:10)
ANÉCDOTA
¿POR QUÉ NO TENEMOS EMPLEADOS HONRADOS?
Un comerciante me dijo hace poco: “¿Por qué será que hoy no podemos conseguir empleados honrados? Cuando los comerciantes les enseñan a sus empleados a decir que ciertas telas son de pura lana cuando son mitad algodón, o les hacen que adulteren los alimentos y luego afirman que son puros, es muy difícil que el personal sea honrado. Mientras los patrones sigan enseñándoles a sus empleados que hagan pasar como artículos importados cosas de fabricación nacional, tendrán empleados deshonestos.
Adaptado de 200 Anécdotas e ilustraciones de D.L. Moody
En fe debo deducir que el ser humano cae y sigue cayendo y con él arrastrará a los que lo siguen, nuevas generaciones sembrando y cosechando errores que cierran círculos viciosos.
Se por experiencia que no quiso insultar mi fe,mi joven amigo abogado, sino buscaba,quería  encontrar respuestas , quizá mi única respuesta era decirle  a él que el hecho de sus dudas o no tener fe,no era nada dable que se pueda discutir y que por favor tenía que aprender a respetar mi Fe. Así es como hay que actuar hoy. Hay que parar estos insultos;más estaba segura que en mi joven amigo no se cumpliría “No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos;no sea que las pisoteen,y se vuelvan y os despedacen (Mt 7:6)


Así que le cité lo siguiente y algunas reflexiones respecto a este tema y en él a  todos  los que en algún momento hemos dudado o no sabemos responder a las interrogantes que cuestionan el AMOR DE DIOS Y SU JUSTICIA DIVINA.
Tema de Angel Navas
¿Quién mueve la hoja del árbol? “No se mueve la hoja en el árbol sin la voluntad de Dios.” Hay ideas que damos por ciertas, y casi las defendemos con la vida... para después descubrir que estábamos equivocados... ¡oh decepción! Creo que una de esas es la frase aquella que reza que “no se mueve la hoja de un árbol si no es por la voluntad de Dios”. Muchos cristianos la hemos defendido alguna vez a capa y espada, y casi jurado que está en la Biblia. Un día me decidí a buscarla en la Biblia, sólo para descubrir que no está. ¡Tremenda sorpresa que me llevé! La había escuchado de boca de muchos predicadores y consejeros, ¡y sonaba tan espiritual! Pero era un hecho: frase bíblica, no es! Previo a escribir este artículo, me di a la tarea de buscar una referencia de la misma. Y para sorpresa mía, mi búsqueda en Google (que dicen que todo lo sabe) me arrojó un dato interesante y curioso: Al menos la referencia más antigua que pude hallar es de Miguel de Cervantes Saavedra, que pone en boca de nada menos que de ¡¡Don Quijote!! —Encomendado a Dios, Sancho —dijo don Quijote—, que todo se hará bien, y quizá mejor de lo que vos pensáis, que no se mueve la hoja en el árbol sin la voluntad de Dios. El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, parte 2, Capítulo III. (http://www.donquijote.org/spanishlanguage/literature/library/quijote/1 70.asp) Pero lo realmente importante no es quién dijo primero la frase, sino lo que ella significa, y las implicaciones que ha tenido el que la demos por cierta. El mensaje detrás de ella es que Dios tiene todos los hilos del Universo, y que nada escapa a Su voluntad: Que todo, absolutamente todo, es producto de sus designios. Una idea que podría sonar piadosa, y que se esgrime cuando alguien sufre alguna calamidad o tragedia, animándole a aceptar los insondables propósitos de Dios, e insinuando que será mejor resignarse a Sus caprichosas decisiones, a la vez que tratamos de convencernos de que “algo mejor” traerá Dios a cambio. El problema es que creer que ni aún las hojas de los árboles se mueven sino por voluntad divina, deriva en creer también que tanto lo bueno como lo malo vienen de Él. Y con lo bueno no tengo problema, porque sé que Dios es bueno, y de Él sólo vienen cosas buenas. Pero ¿lo malo? ¿las tragedias? ¿las desgracias? ¿las enfermedades? ¿las pestes? ¿las hambrunas? ¿las divisiones -aún entre los cristianos-? ¿o el cáncer de mi ser más querido? ¿serán también parte de la proyección del Amor de Dios? No me suena coherente, ni me empata con quien Jesús es. Pero tristemente sigue siendo lo que una gran cantidad de personas cree de Dios; y si lo creen los creyentes, cuánto más los escépticos que culpan a Dios de las catástrofes y hambrunas y las muertes injustas.
¡¡¡Dios!!! como el sufrimiento o la impotencia nos lleva a gritar desde el alma como José Luis Perales en su famosa canción “Dime”qué sentimientos encontrados que deja a muchos sin palabras ,tiemblan las piernas del alma,sofoca al espíritu de  muchos cristianos: Dime, ¿por qué la gente no sonríe? ¿Porque las armas en las manos? ¿Por qué los hombres malheridos? Dime, ¿por que los niños maltratados? ¿Porque los viejos olvidados? ¿Porque los sueños prohibidos? Dímelo Dios quiero saber, Dime ¿por que te niegas a escuchar?


Aún queda alguien que tal vez rezará de esta forma …¿cuestionando a su Creador?.
No culpo a Perales por a su vez inculpar y reclamar a Dios por las desgracias  En  vez de reclamar o preguntar a Dios correspondía más bien haberlas hecho al HOMBRE,  en mea culpa a nuestro torpe ser y razón de ser.
Creo que muchas denominaciones cristianas en su afán de proyectar al mundo una imagen de un Dios Castigador, Vengativo,cuyo poder es quien controla todos los hilos del Universo, no encontraron otra opción que la de imputar a Él a Este Dios Nuestro todo ternura y Perfección , a nuestro Santo, Santo, Santo Creador fuente de Misericordia y Perdón achacarle todas las desgracias y verlo como lo que sea, menos como un Dios de Bondad,Consuelo,un Dios de Amor. Es doloroso e inaceptable  escuchar a estos líderes dizque cristianos decir que, cuando ocurre un desastre natural como terremoto o tsunami, es que "Dios está llamando al arrepentimiento".
Ni que hablar de los pastores apocalípticos,predicadores del terror,grave muy grave error, estrategias malsanas cuyos feligreses están adheridos a ellos en base al temor y castigo.
El hombre paga sus propios errores su señorío sobre la tierra a errado;para revestirse en un ser abominable; egoísta, tirano caprichoso, voluntarioso, que no ama a su prójimo,ni respeta su medio ambiente  y  tristes son las consecuencias que afecta a todo el género humano,de esta forma también podemos decir que se cumple la ley de CAUSA Y EFECTO de hecho todo parte desde lo que es su vida personal luego su familia, base de la sociedad, por ende ello su hacer o no hacer repercute más allá de su patria, al mundo entero en forma negativa.
Si somos  auténticos cristianos y verdaderos conocedores del Dios del Amor, entonces sea también profunda nuestra convicción de que los temblores, huracanes, tornados, tsunamis y cualquier desastre natural NO PROVIENE DE DIOS. Dios no manda tsunamis para que la gente se arrepienta. Lo que sí mandó Dios fue a su Hijo a una cruz para la redención de la humanidad. Cuando Dios crea el mundo no piensa en terremotos ni huracanes, repito todo eso es consecuencia de nuestro egoísmo y soberbia es triste muy triste que el hombre siga culpando a otros su propia falta y desobediencia que manipula y envuelve fuerzas demoníacas a través del pecado  que no solo sometió a la humanidad, sino sometió a la misma creación, la cual espera y gime por el día en que sea liberada de esa esclavitud. (Leer Romanos 8:20-23) Dios no quita la vida, pues es el Dios de la Vida, tampoco manda enfermedades. ¿Cómo pueden los líderes culpar a Dios de eso cuando claramente su Santa Palabra nos enseña que quien roba, mata y destruye es el  ¿diablo?no te rías si,si... diablo,demonio o sus tantos otros nombres ...el es origen y causa le permitimos entrar en nuestras vidas y hacerla un infierno.entra en nuestro ser y hacer él EXISTE  para ocasionar soledad,miseria,incertidumbre,dolor desdicha, dudas...nuestro mal.
Más aún, Jesucristo nos aclara que su deseo para nosotros es salud, y vida en abundancia. Es hora de que nos quitemos todas esas "mentiras piadosas" y volvamos la mirada al verdadero Dios bueno que nos ama y nos anhela mucho más de lo que nosotros podamos amarle o anhelar algún día. Su amor estalló en la cruz y nos rodeó para siempre. “Confundiendo Omnipotencia con control” Es curioso ver cómo cuando algún cristiano que ve a Dios como el “Gran Controlador” se topa con algún escéptico que inculpa a Dios –como Perales en su canción-, que se pone nervioso, y en desatinos  se pierde tratando de explicar lo inexplicable, y de justificar las desgracias del mundo como parte de un plan de “amor” del Todopoderoso; sin percatarse que no es posible dar ninguna explicación si estamos parados en la misma trinchera que el escéptico y viendo a Dios con los mismos espejuelos turbios del escéptico. El problema viene de que hemos confundido Su omnipotencia y soberanía con el control absoluto. Sin duda que Dios tiene todo el poder, y puede hacer lo que quiera. Pero también es cierto que Él ha decidido operar en principios que surgen del Amor, que es su esencia. El Jesús que yo veo, conozco y en el que creo, no es controlador ni caprichoso. Antes bien, nos ha amado al punto de darnos una inmensa libertad y dotarnos de un gran poder, el poder que deriva del Amor. Desde que Dios puso al hombre sobre la tierra le dijo que señoreara sobre todo (Génesis 1: 27-28). Fue a nosotros a quien Él dio los hilos de la Creación. ¡Dios nos cedió el control! y lo hizo porque fuimos diseñados para vivir en una íntima relación y amistad con Dios; pero tan pronto -haciendo mal uso de nuestra libertad- decidimos romper nuestra relación, comenzamos a cosechar nuestras consecuencias. Por eso es que si algún caos vivimos, es producto de las decisiones que como humanidad hemos tomado. Pero no es culpa de Dios. Y menos aún Su plan. Su proyecto era diferente; se trataba de traer y extender el Cielo en la Tierra. Resentidos contra Dios El problema más grave de creer que Dios es el Gran Controlador y causante de todas las cosas, buenas y malas, reside en que nos hace construir una gran muralla de separación entre Dios y nosotros, pues se crea una relación de temor y no de amor entre Dios y el hombre, privandonos así de una relación auténtica e íntima de amor con Él, que debería de ser la fuente y el sustento de nuestra vida. Mientras alguien crea que no se mueve la hoja de un árbol sin la voluntad de Dios, creerá también que el cáncer de su madre, o la trágica pérdida de su hijo, o la tormentosa bancarrota que le sobrevino -o cualquier otra desgracia- fueron fraguadas por Dios, con la forzada justificante de que algún buen propósito tendrá Él. Lo realmente cierto es que esa explicación ha causado muchísimo dolor en la gente que ha sufrido, porque se encuentra que el Dios de Amor que debería de ser su Consolador, aparece más bien como su ejecutor. Por eso, existe por ahí mucha gente resentida con Dios, incapaz de conectarse con Él en una relación íntima, feliz, poderosa y alegre, que no les ha quedado otra opción que resignarse a servir a un Dios que –según creen- les ha traído solamente desgracia. Pero la culpa no la tiene Dios, sino la falsa idea que propagamos con la frase aquella de la hoja del árbol que no se mueve sin la voluntad de Dios. Un Dios que no tuviera más remedio que echar mano del mal para cumplir sus propósitos sería un Dios limitado e impotente, que estaría destinado a negar su propia naturaleza de amor y sus principios para lograr sus objetivos. La buena noticia es que Dios no es así. Dios es bueno, infinitamente bueno; y es amor, eterno amor; y además es poderoso, todopoderoso; de manera que nada le limita ni le impide que a través de su bondad, amor y poder pueda lograr lo que Él quiera. El engaño que el diablo ha fraguado, y en el que en muchos sentidos parece haber tenido éxito, ha consistido en causar mal, división –aún entre los cristianos-, desorden y caos, y luego acusar a Dios; no muy diferente de lo que hace el niño que culpa a su hermanito de las travesuras que ha cometido. El problema ha sido en que –muchos- hemos creído la falsa acusación, y nos ha separado de Dios y del camino de la Verdad. En lugar de hacer obras de santidad, mayores que las de nuestro Señor Jesús y permanecer en la Verdad, muchos líderes cristianos se han quedado en darlo todo por el mejor evento, para captar más ovejas que la competencia, y una despiadada mercadotecnia que nos aleja de nuestro verdadero propósito como Pueblo de Dios. ¿Y qué hace Dios al respecto? La gran pregunta sería entonces: ¿Y por qué Dios no hace algo ante la calamidad y la desgracia? ¿Por qué no interviene y evita el mal, si tan poderoso es? Porque Él ha puesto en nosotros el poder y el señorío de este mundo; y también nos ha dado la libertad de elegir lo que queremos hacer. Y coartar esa libertad sería tanto como anular su Amor. Por supuesto que a Dios le duele terriblemente ver el mal que la humanidad ha permitido con el poder y la libertad que se le confirió. Pero cuando Él dijo al hombre “señoread”, lo dijo en serio: “Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer. Y los bendijo, diciéndoles: “Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra”. (Génesis 1: 27-28) Pero un momento: Dios no ha tomado el papel del observador pasivo. Él sabe que las malas decisiones de unos afectan inocentes. Él sabe que la tierra se ha llenado de injusticia. Él está consciente de que cada vez hay más diferencia entre el ambiente del Cielo y el de la Tierra. Él mismo se duele con el que sufre e inclina su corazón para dar consuelo al que padece; pero también ha decidido tener en nosotros su carta fuerte en la Tierra, y nos invita a ser sus colaboradores para traer el Cielo a la Tierra. Deposita Su poder y autoridad en nosotros; y nos da a Jesús como el modelo de vida al que cada uno podemos aspirar si tan solo activamos nuestra Fe. Somos nosotros, los creyentes en Jesucristo, los que tenemos la respuesta en nuestras manos. ¡Tenemos el poder de sanar enfermos, limpiar leprosos, resucitar muertos… porque el mismo Espíritu que estuvo en Jesús está en nosotros! Como hizo Jesús, podemos cambiar las circunstancias, de la misma forma que él aplacó la tormenta y multiplicó los panes. Hemos sido llamados a traer esperanza cuando todo se ve perdido, como hizo Jesús con Jairo, Martha y María, o la viuda de Nain. ¡Esa es nuestra razón de estar aquí! ¿Cuántos millones de cristianos habrá en este mundo? ¿Cómo sería el mundo si cada uno de esos millones, en vez de dividirnos y resignarnos a la mentira de que Dios tiene que echar mano de los males para tratar con el hombre, creyéramos a Jesús y activáramos nuestra Fe para sanar al enfermo, hacer caminar al paralítico, devolver la vista al ciego, multiplicar los panes, y hacer las mismas obras que Jesús hizo, y que dijo que nosotros haríamos también? Creo que sería este un mundo muy distinto. ¡Ese es nuestro desafío! Y lo único que necesitamos para que eso sea realidad es una sola cosa: Fe, con todo lo que implica, pues Fe sin obras es fe muerta (Leer Santiago 2:14-26). El ingrediente que nos abre las puertas de una vida que va más allá de lo natural y nos permite conectar el Cielo con la Tierra. La misma Fe que puede mover la hoja de un árbol… o una montaña y echarla al mar. Uno de los versículos que más se asemeja, y que muchos cristianos confunden con la frase “No se mueve la hoja en el árbol sin la voluntad de Dios”, lo encontramos en Mateo 10: 29 que literalmente dice: “¿Acaso no se venden dos gorriones por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin que lo permita el Padre que está en el cielo” Este versículo, leído fuera de su contexto, da la impresión de que el mensaje que se desea transmitir es que: “todo, absolutamente todo, es producto de los designios de Dios, derivando en creer también que tanto lo bueno como lo malo vienen de Él”. He aquí el tremendo problema de leer un texto fuera de contexto, y sus graves implicaciones teológicas. Esta estratagema de engañar con un texto fuera de contexto fue usada por el diablo contra Jesús, léase la segunda tentación presentada por el diablo a Jesús en el desierto (Mateo 4: 5-7). Por lo tanto, pasemos a leer el versículo en cuestión dentro de su contexto y descifremos el mensaje original que Jesucristo desea transmitir a sus discípulos: “No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a aquel que puede arrojar el alma y el cuerpo a la Gehena. ¿Acaso no se venden dos gorriones por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin que lo permita el Padre que está en el cielo; y él les tiene contados a ustedes aun los cabellos de la cabeza. Así que no tengan miedo; ustedes valen más que muchos gorriones” (Mateo 10: 28-31)
Dios ha creado la humanidad con la habilidad para elegir. Esto significa que no estamos forzados a tener una relación con Él. Él permite que le rechacemos y que cometamos también actos malvados. Podría forzarnos a ser personas de amor. Podría forzarnos a ser buenos, pero entonces, ¿qué tipo de relación tendríamos con Él? No sería una relación en absoluto, sino obediencia totalmente forzada y controlada. En cambio nos dio la dignidad de tener voluntad propia.
Naturalmente, nos preguntamos desde el fondo de nuestro ser..."Pero Dios, ¿Cómo has permitido que algo tan terrible ocurra? ¿Cómo preferimos que Dios actuara? ¿Querríamos que Dios controlara los actos de las personas? En el caso de un atentado terrorista, ¿qué número de muertos debería Dios permitir que hubiese? ¿Nos sentiríamos mejor si Dios permitiera solo la muerte de unos cientos? O ¿preferiríamos que Dios permitiese la muerte de solamente una persona.Aunque Dios evitase la muerte de una sola persona, no habría ya libertad de elección. Las personas eligen ignorar a Dios, despreciar a Dios, ir por libre y cometer actos terribles los unos hacia los otros.
La tragedia, los desastres, los atentados terroristas: Nuestro mundo. Este planeta no es un lugar seguro. Alguien nos podría agredir. Nos podría atropellar un coche. Podríamos encontrarnos en un tren que ha sufrido un atentado terrorista.
Muchas cosas nos podrían ocurrir en este lugar hostil llamado Planeta Tierra, un lugar en el que la voluntad de Dios no siempre se lleva a cabo. Aun así, Dios no está a la merced de la voluntad de las personas, afortunadamente es más bien al revés.
Estamos hablando del Dios que creó el universo con sus incontables estrellas, al pronunciar las palabras, "Hayan luces en la expansión del cielo"8 el Dios del que "reina sobre las naciones"9 Es ilimitado en poder y en sabiduría. Aunque haya problemas que parezcan insoportables, tenemos un Dios increíblemente capaz el cual nos recuerda, "Yo soy el Dios de toda carne; ¿hay alguna cosas imposible para mi?"10 De alguna manera misteriosa Dios es capaz de mantener la libertad otorgada a los humanos pecadores, y aun así llevar a cabo su voluntad. Dios dice claramente, "Mi consejo se sostendrá, y conseguiré todos mis propósitos"11Y podemos encontrar en este hecho consuelo, si nuestras vidas están sometidas a Él. "Dios opone al orgulloso, pero da gracias al humilde"12


Ahora el mensaje es claro, Jesucristo manda a que seamos valientes, a no tener miedo, pues aunque en nuestros cuerpos padecemos el martirio por causa del Evangelio, y a los ojos del mundo parezca que la causa de Jesucristo y del Reino de Dios está perdida, Dios en su gran Omnipotencia nos tiene asegurada la victoria. Así pues, no tengamos miedo! Bendiciones +
Imagen relacionada

No hay comentarios:

Publicar un comentario