Te contemplaba noche y día
en carrusel de un cosmos sin peldaños
entonces eran tiempos extraños
te buscaba y huía con porfía
entre los abruptos aledaños
de mi ser,que se envolvía
en el mundo oscuro, bajo su manto
caretas, escondían mi llanto.
Encaramada fe y optimismo,acorazan
evadí huellas arcanas, que empeñosas cazan.
en seguimiento sin pausa,inalterable,
con urgencia supuesta e inigualable.
He resbalado precipicios abominables
por sendas borrascosas escuché ecos
Voz que encendía la luz y me gritaba
Voz de fuego y que inflamada me llamaba:
“La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos”.
Me aferro al lienzo ,paleta y pincel
la imagen es verso cincelado en papel
dona al condenado, Su celestial gracia
estremece de horror al alma y piel
mentalizado Amor y Su sublime eficacia.
Su mirada, desnuda y penetra mi vida
apaga el infierno que me encadenaba;
un dintel entreabre mi guarida,
al resuello de Su acceso curó mi herida.
Ignorancia, fortaleza del miedo, desmoronada
en nada, el Amor al espíritu alimentaba.
Respira gozosa mi libertad en este mundo;
escucha los latidos del Amado
se abren las puertas y ventanas del cielo,
mientras se elevan cánticos desde lo profundo,
dibujo en el viento pentagramas de alto vuelo,
huellas de papel van por sendero recuperado.
Al amanecer el ser le abrió sus brazos: ¡te amo!
a la tardecer gritó: ¡ te espero !,
al anochecer: ¡en Ti confío!
Autora:Adela Mendo Flores
Trujillo-Perú
23/10/2017
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