La vida de Sta. Margarita estuvo marcada por... experiencias sobrenaturales. Pero nunca fueron estas causa para escapar las realidades cotidianas sino al contrario. Le trajeron duras pruebas y la necesidad de ejercitar heroicamente las virtudes que forjan la santidad en la vida diaria.
He aquí algunos ejemplos mas. En 1680, estuvo enferma de gravedad la hermana Margarita. Llegaba la fiesta del Corpus, donde se le concedió tomar el Pan de Vida, y se le dio el mandato de no tomar medicina alguna durante cinco meses, ni poner los pies en la enfermería. Añadió la Superiora por escrito que por orden de santa obediencia pidiera la salud a nuestro Señor a fin de poder practicar los ejercicios de la santa regla hasta la Presentación de la Stma. Virgen de ese año 1680.
Durante los cinco meses fijados por la Madre Superiora, Sta. Margarita gozó de perfecta salud, quedando satisfecha la Madre Superiora de la prueba.
Otra intervención divina ocurrió cuando Santa Margarita tenía que entrar en los ejercicios anuales. En ese momento, Sta. Margarita estaba en la enfermería abrasada de calentura. La Madre Superiora le dijo: "Vaya, hija mía, le encomiendo al cuidado de Nuestro Señor Jesucristo; que El la dirija, gobierne y cure según su voluntad". El Señor se le presenta y le hace levantar con mil señales de amor, y le dice:
"Quiero volverte con salud a la que te ha enviado enferma y puesto en mis manos". Así quedó sana y vigorosa como si nunca hubiera estado enferma.
Se le presentó una vez delante de ella Jesús cargando con la Cruz, cubierto de llagas y de sangre y le dijo con voz dolorosamente triste: ¿No habrá quien tenga piedad de mi y quiera compartir y tener parte en mi dolor en el lastimoso estado en que me ponen las pecadores sobre todo en este tiempo? La santa se le ofreció y el Salvador colocó sobre sus hombros su pesada cruz. Una enfermedad le hizo sentir muy pronto lo desgarrador de aquellos clavos.
Otra vez al acercarse a la sagrada mesa se le apareció la Sagrada Hostia resplandeciente como sol, y distinguió al Señor, llevando en la mano una corona de espinas. El se la puso en la cabeza, diciéndole: "Recibe, hija mía, esta corona en señal de la que se te dará pronto por su conformidad conmigo".
He aquí algunos ejemplos mas. En 1680, estuvo enferma de gravedad la hermana Margarita. Llegaba la fiesta del Corpus, donde se le concedió tomar el Pan de Vida, y se le dio el mandato de no tomar medicina alguna durante cinco meses, ni poner los pies en la enfermería. Añadió la Superiora por escrito que por orden de santa obediencia pidiera la salud a nuestro Señor a fin de poder practicar los ejercicios de la santa regla hasta la Presentación de la Stma. Virgen de ese año 1680.
Durante los cinco meses fijados por la Madre Superiora, Sta. Margarita gozó de perfecta salud, quedando satisfecha la Madre Superiora de la prueba.
Otra intervención divina ocurrió cuando Santa Margarita tenía que entrar en los ejercicios anuales. En ese momento, Sta. Margarita estaba en la enfermería abrasada de calentura. La Madre Superiora le dijo: "Vaya, hija mía, le encomiendo al cuidado de Nuestro Señor Jesucristo; que El la dirija, gobierne y cure según su voluntad". El Señor se le presenta y le hace levantar con mil señales de amor, y le dice:
"Quiero volverte con salud a la que te ha enviado enferma y puesto en mis manos". Así quedó sana y vigorosa como si nunca hubiera estado enferma.
Se le presentó una vez delante de ella Jesús cargando con la Cruz, cubierto de llagas y de sangre y le dijo con voz dolorosamente triste: ¿No habrá quien tenga piedad de mi y quiera compartir y tener parte en mi dolor en el lastimoso estado en que me ponen las pecadores sobre todo en este tiempo? La santa se le ofreció y el Salvador colocó sobre sus hombros su pesada cruz. Una enfermedad le hizo sentir muy pronto lo desgarrador de aquellos clavos.
Otra vez al acercarse a la sagrada mesa se le apareció la Sagrada Hostia resplandeciente como sol, y distinguió al Señor, llevando en la mano una corona de espinas. El se la puso en la cabeza, diciéndole: "Recibe, hija mía, esta corona en señal de la que se te dará pronto por su conformidad conmigo".
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